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viernes, 13 de mayo de 2011

“Tocará pagar la multa, es más el gasto de ir y regresar solo para votar”



Freddy Ramírez, gritaba desde la puerta de su local: "lleve ceviche manabita a dos dólares". Entre las calles la Florida e Ibayas, al norte de Quito, se ubicaron desde las 08h00 con su esposa Karen Rosado, oriunda de la provincia de Manabí, a las afueras de su local "El Frigorífico del Pacífico", querían aprovechar la mañana y tarde del 7 de mayo de la Consulta Popular 2011, para sacar unos dólares extras. Las ventas del día de ayer fueron bajas, "solamente cinco dólares fue la ganancia", dijo Ramírez.

Un pedazo de cartón fue puesto por Ramírez en una de las patas de la mesa verde, donde estaban las tarrinas de ceviche de camarón, mantequilla blanca y manjar de leche. Mientras Karen cortaba un pedazo de queso y su esposo anotaba en una agenda café lo que acababa de vender, su hijo Diego, de tres años jugaba con una de las tapa de plástico de los ceviches.

La gente que subía por la calle Florida, se acercaba al local no solo para comprar los ceviches, si no para preguntar dónde era la Escuela Rosa de Murillo. Carlos y Andrés Flores con aliento a licor y tabaco, se acercaron al local diciendo: "Seño, deme cuatro ceviches y dos langostino para llevar", mientras conversaban de la borrachera de ayer, Ramírez alzaba la tapa del congelador para sacar los dos langostinos, un fuerte olor a mariscos salió. Su hijo con el seño fruncido y tapándose la nariz le decía a su padre: "guacala papi, huele a pez". A dos casas del local se escuchaba la voz de Pablo Villagómez "se emplástica a 0.20 centavos".

Luego cuatro horas las ventas iban bien, de 30 tarrinas de ceviche quedaban solo nueve. Su vecina Gloria llegó con su hija a comprar dos libras de chamarón, se sorprendió al ver que Karen y su esposo seguían en Quito. "¿Porqué no fueron a votar?", preguntó Gloria. Con su rostro enrojecido Karen respondió a su vecina: "La venta de ayer no fue buena". Prefería quedarse trabajando con su esposo y presentarse en la Escuela Rosa de Murillo, a dos cuadras de su local, para recibir el certificado de presentación, "tocará pagar la multa, es más el gasto de ir y regresar solo para votar.

Natasha Von Lippke

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